Psicóloga Mariana Val

Tengo días queriendo escribir acerca de esté tema, pero la verdad es que mi mente andaba en otras cosas (ya les contaré más adelante). 

En estos últimos días he tenido algunas pláticas con personas interesantes, con algunas amigas y sobre todo conmigo misma (si, si me ven hablando sola es que tengo una junta importante).

Llevo meses y meses escuchando y leyendo en redes sociales hablar sobre el amor propio; pero aun no me queda claro que es lo que quieren expresar con ello. Creo que muchas marcas se han aprovechado de esté valor, de estas palabras para vender sus productos y servicios (lo que no está mal) solo que como consumidores tenemos que tener mucho cuidado en cómo recibimos está información. 

Es cierto que el amor propio nos sienta muy bien, nos hace tener una “glow up”, nos hace sentir confiados y seguros de nosotros mismos; incluso, muchas veces nos hace “vernos diferentes”. Ojo aquí, no es que seamos diferentes… es que la percepción que tenemos de nosotros mismos cambia a tal grado, que nosotros también cambiamos y nos transformamos. 

El amor propio nos sienta muy bien, porque al fin podemos poner límites ante las cosas que no nos gustan o con las que no estamos de acuerdo. Nos sienta bien, porque podemos expresar nuestras opiniones y tomar decisiones sin titubear al respecto. Nos sienta bien porque ya no estamos buscando el reconocimiento de los demás, porque ya no lo necesitamos en realidad. Nos sienta muy bien, porque entendemos que el que quiera estar con nosotros, lo estará y quién no, es libre de irse.  

Claro, no todo es miel sobre hojuelas… ( y aquí es donde hay que poner atención).

El amor propio te hará darte cuenta de las cosas que tienes que modificar, será un reflejo amable (o no tanto) de todo eso que necesitas trabajar. Te va a ayudar a quitar de tu camino a las personas que ya no necesitas y pondrá frente a ti, a las personas que en este momento vas a  ocupar para crecer. Pero tenemos que estar dispuestos a escucharnos, a tenernos paciencia y a ser compasivos con nosotros mismos. Tenemos que estar dispuestos a darnos en la  madre y después tener la fuerza para levantarnos. 

No todos son cremas para skincare, no todos son fitpass y mensualidades de gimnasio. Tampoco lecturas de tarot y ni siquiera creo que la terapia sea la herramienta indispensable para trabajar con tu amor propio. 

Necesitamos hallar un conjunto de cosas que nos permitan siempre regresar a nuestro centro, re-encontrarnos si nos perdemos y buscar en nosotros, ese fuego al que muchos le llaman AMOR PROPIO. 

Si quieres trabajar contigo mismo y encontrar esa fuerza; puedes mandarme un mensaje de WA al siguiente enlace: https://bit.ly/3c2CSKE

Te mando un abrazo digital
Mariana 🙂

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