“No tienes porque hacerte chiquito para encajar en moldes ajenos”
Está fue una de las conclusiones a las cuales llegue con una paciente en su sesión de terapia y me gustaría desmenuzar esta frase para ustedes; así que a ver como me queda:
Desde que somos muy pequeños nos enseñan que existen ciertos estándares y expectativas (porque nuestros padres y la sociedad las tienen) de nosotros mismos, a medida que vamos creciendo nos vamos dando cuenta de que esas tienen que ser cubiertas porque sino corremos el riesgo de ser expulsados o rechazados por nuestro propio clan. Y es aquí donde todo comienza.
Cuando nos damos cuenta de que podamos ser rechazados por nuestros seres queridos si no logramos cumplir lo que ellos esperan de nosotros, generamos algún mecanismo de defensa y existen cierto tipo de personas que encuentran en la adaptación y el amoldamiento una forma de cumplir con lo que se le pide.
El problema de recurrir a este tipo de defensas es que en el camino solemos perder algo que es básico para todo ser humano, nuestra propia esencia.
La esencia de una persona es esa guía que nos va a permitir relacionarnos con los demás, nos va a enseñar el camino que necesitamos seguir para cumplir con nuestras metas y objetivos. Está esencia es la impulsora para conseguir una autoestima saludable y también nos permitirá forjar un carácter y temperamentos únicos.
Entonces, si uno pierde su esencia; lo pierde todo.
Hacerse pequeño para encajar en moldes ajenos va a hacer que no logres encontrar cuál es realmente el tuyo. Esto va a complicarte las relaciones interpersonales porque nunca sabrás, ni te darás cuenta de cuáles son tus límites y hasta donde están puestos. Te causa problemas en la relación contigo mismo, ya que no podrás saber cuales son tus gustos, tus pasiones y tus deseos y lo más importante de todo es que tus inseguridades estarán siempre presentes porque vivirás para llenar las expectativas de los demás y nunca serán suficientes.
Te dejo 5 cosas que hace una persona que no encuentra su propio espacio:
- Busca SIEMPRE la aprobación de los demás en todo lo que hace.
- NO PUEDE y no sabe cómo estar solo (consigo mismo).
- NUNCA toma decisiones y siempre espera a que los demás elijan.
- Se le dificulta comprometerse en sus relaciones interpersonales.
- Se muestra tímido, evasivo y de difícil acceso.
Para poder trabajar en ti, en tu esencia y en tu poder interior puedes contactarme y trabajamos en tu proceso de transformación:
Te mando un abrazo digital.
Mariana 🙂