Psicóloga Mariana Val

Hoy tuve una muy buena sesión de supervisión (para los que no saben, la supervisión es un espacio en el que otros terapeutas nos juntamos en grupo y discutimos nuestros casos para poder tener una mejor perspectiva y poder atender mejor a nuestros pacientes) platicábamos acerca de todo lo que está ocurriendo en el campo y en el entorno y como poco a poco el caos se asoma en las diferentes áreas de la vida de nuestros pacientes y nuestra también.

Pero en está conversación llegamos a un punto muy interesante, en el que pocas veces me detengo: el autocuidado.

Y es que claro, mis heridas interfieren cabrón en este pequeño punto y les explicare brevemente como y porque (si te sientes identificado con algo, por favor ve con tu terapeuta y platica del tema).

Cuando las heridas de rechazo y de abandono empiezan a hacer estragos los sentimientos que surgen (en mi) son; sentirme insuficiente (para casi todo), sentir que tengo que complacer a todo mundo y cumplir todas las expectativas que se me han puesto – ser una buena hija, una buena psicóloga, una excelente persona, una gran amiga, bla bla bla – aparece también la autoexigencia y ni empezamos a hablar de la hiper- productividad que genera un caos en nuestros hábitos saludables y nuestra calidad de vida.

Entonces, cuando todas estas cosas se juntan y empiezas a crear caos en mi vida la primer mascara que salta es la del impostor; esté pequeño síndrome que me dice que yo no soy lo que soy, que no estoy haciéndolo bien o que ni siquiera se que estoy haciendo y entonces empieza el ciclo vicioso en el que hago pero no hago y sigo haciendo sin hacer nada ¿te ha pasado alguna vez?
(me pasa muy seguido).

Es como si viviéramos en piloto automático y como me decía alguna paciente una vez «existiendo» nada mas.

Y entonces, justamente hoy hablando de esté tema, me recordaron el termino de autocuidado (que en ultimas fechas quizás ha sido mal utilizado por la mercadotecnia para venderte un par de mascarillas y uno que otro producto para la piel) y lo que realmente implica el autocuidado tiene un significado mucho más profundo.

El autocuidado como lo entiendo hoy por hoy; es la herramienta que te va a permitir identificar, analizar y manejar tus necesidades desde básicas hasta secundarias. Necesidades como alimentación, sustento, movimiento, seguridad, amor, superación, desarrollo, crecimiento, transformación y muchas otras que ni siquiera logramos imaginarnos que existen y que tenemos.

Prácticamente si no logramos autocuidarnos, no vamos a poder realizar nada de lo que queremos a lo largo de nuestra vida y pasaremos nuestros días, simplemente existiendo.
Pero entonces ¿cómo puedo cuidar de mí mismo?
Esa es la parte más interesante y aunque aun no tengo toda la respuesta desarrollada, te comparto en está lista algunas cosas que a mi me funcionan para cuidar un poco más de mi misma (sí tienes algún otro, por favor compartemelo en los comentarios):

  1. Momentos de ocio y esparcimiento.
  2. Buscar ayuda y apoyo profesional.
  3. Relaciones interpersonales saludables.
  4. Cuidar mis ciclos de sueño (dormir es indispensable para un humano).
  5. Buscar una mejor relación con la comida y con mi cuerpo.
  6. Movimiento (bailar, nadar, correr, caminar, trapear, etc) cualquier actividad que implique movimiento.
  7. Activar mi esfera de espiritualidad(cualquiera que te acomode).
  8. Estar en contacto con mis emociones y validarlas.
  9. Poner y establecer límites.
  10. Identificar mis necesidades y hacer lo posible por satisfacerlas (a mi parecer, es la más importante).

Así que después de está intensa platica y mucho auto reflexión, me di cuenta de que mi necesidad en este momento es de desacelere (bajarle al ritmo) y reconectar conmigo misma de nuevo (si quieres leer cómo le hago aquí encuentras la info).

Cuéntame si ya reconociste tu necesidad a cubrir el día de hoy.
Nos vemos pronto.
Abrazos digitales.

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