¡Hola!
Hace unos días lei en Instagram una frase que me pareció muy fuerte pero muy importante y dice así:
En ocasiones, buscar solucionarle todo a alguien más, es lo contrario a amarle. Amar también es dejar que la otra persona haga lo que necesita hacer por su cuenta.
Y lo primero que se me vino a la mente son aquellas mamás que le impiden a sus hijos tomar decisiones por si mismos (ojo, no estoy juzgando la chamba de mamá, al contrario las admiro enormemente), cuando los niños tienen 5, 6 u hasta 8 años puedes apoyarlos y acompañarlos para que elijan la forma de vestirse pero llega una edad en la que necesitamos darles algo que se llama “autonomía”, enseñarles que son capaces de tomar decisiones por si mismos y que cometerán errores y que si, también pagaran consecuencias.
Esto mismo pasa cuando tenemos relaciones de pareja, amigos y familia; decidir lo que el otro tiene que hacer porque “yo tengo mas experiencia” o porque creo que tengo una “superioridad moral” es casi lo mismo que agredirlo físicamente.
Lo comparo porque muchas veces no sabemos cual o cuanto es el daño que le estamos haciendo al otro al no dejarle tomar responsabilidad por lo que esta viviendo, ni tampoco aplaudir esa autonomía y esa libertad que todo ser humano (por el simple hecho de ser un ser humano) necesita tener.
Alguna vez me dijeron en algún congreso:
"Sobreproteger a alguien también es una forma de violencia."
Y estoy segura que muchos de ustedes tendrán una opinion diferente, porque nos encanta ser guías, acompañantes, mentores, coaches o como queramos llamarle, a final de cuentas esto nos da una “sensación de poder”, el problema es que ese poder es justamente sobre la vida de alguien más.
Así que si está entrada te resuena, solo te invito a que reflexiones acerca de la posición que ocupas con estas personas, cual es el rol que estas jugando y de que manera te relacionas con ellas.
Porque para poder crear relaciones sanas, necesitamos relacionarnos desde una mirada horizontal:
"Yo no soy mas que tú y tú no eres más que yo... somos, en co-creación."
Y dejar de relacionarnos desde un lugar vertical, es importante dejar de tener jerarquías morales y darnos cuenta de que TODOS, somos seres humanos.
P.D: un libro que te recomiendo para empezar a trabajar en esto es:
Atrévete a NO gustar de Ichiro Kishimi y Fumitake Koga.
Aquí te dejo la portada del libro y puedes encontrar el libro en mi WishList de Amazon espero que te guste tanto como a mi.
Con cariño,
Mariana 🙂